BLOG DE DECORACIÓN | My Leitmotiv

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Me hace mucha ilusión poder empezar el año compartiendo con vosotros un nuevo proyecto. Lo que empezó como un servicio online, por cercanía y las circunstancias, terminó convirtiéndose en un servicio presencial. Hoy vais a ver el antes y después del salón de Rebeca. En principio solo iba a ser amueblamiento y decoración pero una vez que el proyecto estuvo planteado y pudieron comprobar el cambio tan importante que iba a dar todo, se lanzaron con pequeños detalles con los que han conseguido un resultado tan bonito como el que vais a ver.

Os he dejado unas imágenes del estado principal de la vivienda en las que vemos que es de obra nueva y realmente no necesitaba ningún tipo de reforma según las necesidades que tenía esta pareja. Eso fue en un principio, pero luego vimos que con un par de toques, de esos que ensucian un poco, tendríamos un toque mucho más personal en la decoración. Sí necesitamos un electricista para cambiar el telefonillo de lugar porque lo teníamos justo en la pared en la que decidimos ubicar el recibidor. Este espacio está «repartido» a lo largo de la entrada y os lo explico, aunque una imagen vale más que mil palabras. Nada más entrar contábamos con un hueco justo en la entrada principal, fijaos en las fotos. Aquí decidimos situar un mueble zapatero que hiciera efecto de banco para en la llegada a casa, poder dejar todo lo que se trae de la calle y acceder a la vivienda sin nada que pueda generar desorden.

Sobre la marcha Rebeca e Iván se dieron cuenta de que esa pared se rozaría al colgar las chaquetas. La sugerencia fue revestirla con el mismo material vinílico que utilicé en este otro proyecto. Dejo enlace. De este modo ha quedado acogedor por el acabado en madera y práctico por ser un material resistente a los roces. Y volviendo al tema de la pared del telefonillo, ahí justamente es donde queríamos poner el mueble del recibidor con un espejo que tenía Rebeca y del cual no se quería deshacer porque le gustaba bastante. La solución fue reubicar este elemento para dejar la pared libre y que pudiera quedar tan cómodo como veréis.

Después de esta puntualización, tengo que decir que el resto del espacio solo pedía ser vestido con un poco de alegría. La base era demasiado gris y queríamos calor de hogar. Les gustaba la madera, el hierro y algo de color. Como anécdota diré que si no vimos como treinta modelos de sillas en diferentes estilos y colores, no vimos ninguno. Finalmente las butaquitas azules que veis les consquistaron. Y una vez más me han vuelto a decir: «que si cuando lo vieron en catálogo era bonito, cuando lo tuvieron delante lo era aún más». Esta es una de las frases que más me gusta oír.

Creo que es momento de dejaros tranquilos para que podáis ver el resto del trabajo y el resultado que han obtenido en su casa Rebeca e Ivan. Es el mejor ejemplo para comprobar cómo encajan todas las piezas cuando se hace un estudio con cariño.

Así me gusta trabajar para vosotros y siempre con vosotros.

A ver qué os parece.

Antes y después del salón de Rebeca

Fotografía My Leitmotiv

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